El Cabo de Hornos y el gran océano del Sur es reconocido en el mundo como uno de los más temidos mares del planeta. Su historia avala su infamia pero a la vez le hace admirable y digno de adoración.
La Isla Hornos, visitada por Australis, alberga uno de los bosques más australes del mundo. Este osado ecosistema convive con uno de los más duros disturbios naturales de la Patagonia. El viento del Sur.
Durante milenios el bosque sub-antártico de Isla Hornos se ha desarrollado reuniendo una extensa variedad de vecinos que han conocido la fuerza de los vientos del Sur y el Oeste. Especies en la Isla han aprendido a permanecer bajos en estructura, densos en su amplitud. Algunas especies facilitan el crecimiento de otras. Se asocian y se protegen. Quizás compiten pero finalmente se diversifican.
El día 26 de Febrero del 2015, Stella Australis desembarco a 177 pasajeros provenientes de 19 países. Después de una hora de transito por el sector alto de Hornos, el viento del Sur hizo su aparición. Rachas de 80, 90 y hasta 120 km/hr hicieron que nuestros pasajeros, y en la forma más espontanea y natural, imitaran lo que este bosque ha hecho durante miles de años. Nos sentamos en las pasarelas de transito para minimizar nuestra exposición al viento y en un momento personas que jamás habían cruzado palabra se buscaban para obtener refugio, compañía y aliento para seguir camino hacia el punto de reembarque. Finalmente un único gran grupo se formo para descender.
Que glorioso y esperanzador es ver este tipo de reacciones en el hombre. Sin duda que esta experiencia y este cara a cara con el temido viento del Sur será inolvidable para muchos pero trascendental para algunos.