Al sur del Estrecho de Magallanes se esconde una de las regiones más míticas y prístinas del mundo: el archipiélago fueguino, donde la isla de Tierra del Fuego es el epicentro de este laberinto de canales, fiordos y senos. En esta misteriosa isla se encuentra uno de los tres campos de hielo de Sudamérica que forman parte de la tercera reserva de agua dulce más grande del mundo, después de la Antártica y Groenlandia.
Este campo de hielo se extiende sobre la columna vertebral de la isla, la Cordillera Darwin, una maravilla geológica que impresiona con sus cumbres que comienzan a nivel del mar entre glaciares y fiordos formando un hermoso paisaje postglacial.
Algunas de las cimas más importantes son el Monte Shipton (2.568 m.), Monte Darwin (2.434 m.), Monte Italia (2.062 m.), Pico Francés (2.279 m.) y el Monte Sarmiento (2.300 m.); éste último, a pesar de no formar parte de esta cordillera, es sin lugar a dudas la cima más impresionante de este archipiélago, y la obsesión de toda una vida de uno de los exploradores más grande de Patagonia: Alberto María De Agostini, nombre que hoy en día recibe el parque nacional donde se encuentra la Cordillera Darwin.
Las distintas cumbres de esta cadena montañosa se alzan hacia el cielo como un fuego que emerge desde el corazón de esta misteriosa isla, todo esto es parte de Tierra del Fuego.
Fuente: Instituto Geográfico Militar (IGM) y Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado (DIFROL).